“Encuestitis en Hidalgo: cuando la política se reduce a un test de BuzzFeed”
Juan J Franco
7/25/20252 min read


Hoy tocaron la puerta con cara seria y tablet en mano. Decían venir de Mercaei, una “empresa especializada en investigación y opinión pública” que tiene más pinta de agencia de marketing de TikTok que de firma electoral seria. Su sitio web lo dice todo: escriben politika con “k” como si estuviéramos en pleno auge de las boy bands, y rematan con un eslogan que da vergüenza ajena: “¿Quieres ganar tu elección o potenciar tu marca?”
O sea, ¿política o shampoo?
Pero lo peor no es la ortografía, sino el fondo: una encuesta pobremente diseñada que preguntaba si conocías a las candidatas de Morena (todas mujeres), entre ellas Simey Olvera, y luego te lanzaba la gran reflexión de nuestra época:
“¿Qué es más importante: educación, salud, seguridad o pobreza?”
Ah, claro. Como si los problemas sociales fueran cartas de lotería para acomodar por colores.
Después venía la joya: evaluar al actual gobernador, Julio Menchaca, cuya gestión parece medirse por likes en redes y no por indicadores reales. ¿Está haciendo bien su trabajo? ¿En qué escala del 1 al 10 crees que debería posar para la próxima campaña?
Pero lo que realmente apesta en este teatro de lo absurdo no son las preguntas de pasarela disfrazadas de diagnóstico social, sino la sospechosa opacidad de esta empresa que toca puertas cuando ni siquiera estamos en tiempos de sucesión, sino justo a mitad del mandato, donde el enfoque debería estar en exigir cuentas claras y considerar seriamente una revocación de mandato, no en andar sondeando futuras coronaciones políticas.
Porque claro, cuando la política se maneja como “marca”, los ciudadanos se convierten en consumidores, y la democracia en un mercado donde lo que importa no es quién gobierna, sino quién vende mejor su cara.
Y aquí viene la pregunta que no hizo la encuesta:
¿Quién demonios está pagando estas encuestas y con qué fines?
La estructura de Mercaei no es transparente, no tiene rostro visible, ni trayectoria clara. Algunos sospechamos que podría estar ligada —directa o indirectamente— a operadores cercanos a Menchaca, quizá incluso familiares. Nada confirmado, claro. Pero en Hidalgo, cuando el río suena… es porque ya cobraron la licitación.
Mientras tanto, los problemas reales siguen ahí, sin encuesta que los resuelva:
• Pobreza estructural que no se acomoda en orden de prioridad.
• Feminicidios y violencia institucional que no caben en opción múltiple.
• Escuelas sin agua ni techos que no votan pero se desploman.
Y sin embargo, hoy se invierte dinero y tiempo en saber si reconoces el nombre de una senadora, si te “suena” Simey Olvera, o si “sientes” que el gobernador está cumpliendo. Todo superficial, todo estético, todo envuelto en palabras como marca personal y posicionamiento.
Hidalgo no necesita más encuestas. Necesita menos simulación.
Necesita gobernantes con proyecto, no con slogan.
Necesita respeto por la inteligencia de su gente, no encuestas de cartón disfrazadas de democracia participativa.
Lo demás es ruido, diseño gráfico y tablets mal programadas.