LA PROMESA OLVIDADA: EL CASO DE LA LEY DEL ISSSTE 2007

Prof. Noé Rosales Cruz

7/16/20252 min read

La política, casi siempre —si no es que siempre—, tantea la realidad que viven las y los ciudadanos para incorporar a su agenda de trabajo las causas que, más adelante, serán promovidas durante sus campañas. No es casualidad, entonces, que una gran mayoría de trabajadores y trabajadoras de la educación, del gobierno y del sector salud depositaran su confianza en la promesa de abrogar la Ley del ISSSTE de 2007. Esta legislación, impuesta por un gobierno neoliberal, tenía como objetivo —y aún lo tiene— beneficiar a unos cuantos mediante la privatización de los sistemas de seguridad social.La Ley del ISSSTE de 2007 representa una grave injusticia: coloca en manos de los propios trabajadores la responsabilidad total de su retiro, liberando al Estado de una obligación que debería ser irrenunciable. ¿Acaso los años de servicio al país no merecen una jubilación digna? Esta situación ha generado un profundo malestar, no por capricho, sino por la dura realidad que enfrentan muchos jubilados: pensiones de menos de cinco mil pesos mensuales, sin aguinaldo ni acceso a servicios médicos. Es decir, una vejez en condiciones vulnerables e indignas.En ese contexto, el actual gobierno, que enarbola los principios del obradorismo, se comprometió a poner un alto a esta ley regresiva. Sin embargo, al igual que su antecesor, terminó postergando la solución. Mientras tanto, los grandes beneficiarios —los banqueros— continúan obteniendo millonarias ganancias a costa de los derechos de las y los trabajadores.La derogación de la Ley del ISSSTE de 2007 formó parte de las demandas centrales del sector educativo y, gracias en gran medida a ese respaldo, la actual presidenta llegó al poder, haciendo historia como la primera mujer en encabezar el Ejecutivo federal. Pero ahora, cabe preguntarse: ¿Dónde quedó esa promesa? ¿Quién marca realmente la agenda política y económica del país? ¿Por qué se ha iniciado una campaña de desprestigio contra los maestros y maestras de la CNTE, cuya lucha ha sido siempre legítima y constante?Vienen tiempos complejos para el gobierno federal. Ni siquiera una alianza evidente con el dirigente del SNTE logrará frenar la lucha del magisterio por el regreso al régimen solidario de pensiones contemplado en el décimo transitorio. Este régimen garantiza una pensión vitalicia, con aguinaldo y atención médica, un derecho que se considera justo por los años de servicio y, sobre todo, por la dignidad humana que representa.El actual gobierno tiene dos caminos: continuar con la estrategia de desprestigio, como lo hicieron los gobiernos anteriores, o asumir con responsabilidad y valentía lo que prometió, ejerciendo el poder con congruencia. La 4T nació como una alternativa transformadora; ahora deberá demostrar si está dispuesta a honrar sus compromisos o si terminará siendo más de lo mismo.