Pachuca bajo la tormenta: desapariciones, corrupción y calles rotas en una ciudad que se cae a pedazos
Analisis actual de Pachuca y el gobierno "morenista"
J. Franco
7/10/20252 min read


Pachuca está cansada.
La capital de Hidalgo se despierta cada día entre alertas de desapariciones, calles llenas de baches, unidades del Tuzobús accidentadas y un gobierno que, aunque presume ser de la “transformación”, está lleno de los mismos de siempre: los priistas reciclados que ahora visten de guinda, pero repiten los vicios de siempre.Basta recorrer las colonias más transitadas para entender por qué la gente habla con enojo y desconfianza. Las banquetas están rotas, el tráfico es un caos y los accidentes no paran.
En lo que va del año, el sistema Tuzobús ha protagonizado decenas de choques, salidas de carril y hasta incendios. En febrero, un estudiante perdió la vida al ser atropellado por una de estas unidades. Hace apenas unos días, otra se incendió frente a la estación Tecnológico. Y mientras eso ocurre, las respuestas oficiales se limitan a comunicados tibios y promesas sin fecha. Pero lo más alarmante no está solo en las calles, sino en las familias. En junio, se activaron Alerta Amber por Abril Farías Hernández, de 12 años, y Luis Alberto Burgos Mejía, de 16. Nadie sabe dónde están. Días después, los restos de un joven —posiblemente Brian Andrei Rosas Mendoza— fueron hallados en un predio de Mineral de la Reforma. Cada semana hay nuevas fichas de búsqueda, nuevas protestas, nuevas veladoras encendidas. Y siempre, el mismo silencio institucional. En medio del dolor, la indignación crece cuando se mira hacia el Palacio de Gobierno.
El famoso puente atirantado —una obra millonaria que no resolvió el tráfico— se ha convertido en un símbolo del despilfarro. El PRI estatal pidió una investigación por posibles actos de corrupción. Irónicamente, esos mismos priistas que hoy critican… son los que siguen dentro del aparato estatal, ahora bajo la bandera de Morena. Porque esa es otra de las grandes contradicciones que se viven en Hidalgo: el “nuevo gobierno” está lleno de los mismos priistas de siempre, los que dominaron décadas enteras con prácticas clientelares, negocios familiares y contratos a modo. Hoy, bajo un discurso renovado, siguen manejando las licitaciones, repartiéndose obras, y asegurando que todo va bien, aunque las calles digan lo contrario.
Se han documentado contratos otorgados a personas del círculo cercano del gobernador. Familias enteras siguen participando en licitaciones públicas. Y mientras tanto, la Contraloría presume que ha depurado el padrón de proveedores… pero los beneficiarios siguen siendo los de siempre. No es casualidad que la ciudadanía empiece a hablar de este sexenio como uno de los más grises de la historia reciente del estado.
La mezcla de violencia, omisiones y reciclaje político ha dejado a Pachuca en una especie de abandono con maquillaje: obras sin utilidad, discursos sin resultados, y un gobierno que parece vivir de espaldas a la realidad. Hoy, en las calles, la gente no discute si es Morena o el PRI. Discute por qué no hay agua, por qué los baches no se tapan, por qué los jóvenes desaparecen, por qué los autobuses matan. Discute, en resumen, por qué nadie responde. Y mientras el tiempo pasa y las heridas se acumulan, una cosa queda clara: la ciudad no necesita más discursos, necesita justicia, inversión real y gobernantes con rostro humano. No siglas. No colores. Resultados